La sequía en 2015 obligó a la comunidad de La Garita Vieja a racionar ante la falta de agua, dejando a sus residentes sin acceso al agua la mayor parte del día, incluida la escuela primaria local.
Como resultado, la escuela se vio obligada a cerrar cuando se cerraban el suministro de agua, lo que tuvo un impacto significativamente negativo en la educación de los niños.
Un tanque de almacenamiento de agua y una torre fueron donados a principios de 2015 a la escuela para garantizar que siempre haya agua disponible para los estudiantes y el personal. Desde que se realizó la donación, la escuela ha podido permanecer abierta incluso cuando se corta el suministro de agua en el resto de la comunidad.
